martes, septiembre 8

Hoy es uno de esos días en que volteas a ver el reloj en la pantalla, le das dos tragos al café y piensas “cinco minutos más” antes de atreverte a abrir el buzón de correo del trabajo. Y esa rutina de los “cinco minutos más” se viene librando desde que el despertador empieza a sonar desde las 7.15 am para venirte parando a las 8 am y apresurarte a bañar, a mal desayunar un pan tostado con mantequilla de maní y a correr al taxi donde KW voltea a ver de reojo y dice “ ‘morning”. Entonces el teléfono suena y esa voz que ya te es tan conocida empieza a preguntar que ha pasado en la oficina. Le das un ultimo trago al café y entonces ves a ese otro tu que sonriente susurra “Se acabaron los cinco minutos”.
“You know you are coming back late when there’s no more people dancing” dice Michael cuando da vuelta en la rotonda frente a mi departamento a las 9 pm en viernes. “Es lo más poético que he escuchado en toda la semana” le digo y se sonroja mientras contesta “Its one of those days”.
Después de mucho tiempo sin aparecerme por estos lares—tomo unos minutos de mi mañana para compartir ciertas viñetas de mi vida diaria.

Sin mayores preambulos, heme aqui--

domingo, febrero 22

Estos dias me he muerto del aburrimiento...

Mis horas de suenio se han modificado a tal grado que practicamente estoy en horario de Mexico. Ja. Sin haber estado de aquel lado del mundo todavia. Mi cuarto se ha convertido en l refugio donde o veo television, veo la nieve caer afuera, leo cuentos malos, cosas asi. El salir a caminar en la nieve crujiente a veces es lo suficientemente tentador, pero mi tos me hace escoger quedarme -la mayor parte del tiempo- dentro del cuarto. Y esperar.

Al final caigo en cuenta que Dinamarca muchas veces ha significado esperar en mi vida. Sobretodo cuando tiene que ver con esperar respuestas, resultados, documentos migratorios. Alternativas de vida. No basta con confesar que ya quiero regresar a China, ya todo mundo sabe eso. Pero entonces me asalta la duda y digo: que tal si hay algo mejor?

Ayer llego a mi buzon de correo una invitacion a participar en el programa de graduados de Vestas. Un programa de dos anios alrededor del mundo, aprendiendo. Y siento esa comezon de pensar y si...? pero entonces mi sentido de responsabilidad aflora. Pienso que tengo ya un compromiso con mis daneses en China. Y me da risa en mi seguridad de que Vestas se interesara lo suficiente en mi para aceptarme en su programa, ja!.

En fin, opciones, decisiones. Esperas. En menos de un mes cumplo anios. Y cambio de continente. Esta espera me ciega, me hastia. Como casi todas las esperas. El problema es que me nubla todos los demas sentidos y casi no hago nada mas. No tengo cabeza. -cosa que creo que es mas que notoria en estas lineas- (me da risa mi tono optimista de hace unas semanas, donde has quedado?.

Al final del camino en Aalborg, les mando un saludo.

lunes, febrero 9

Meses de ausencia...

Y me infarta darme cuenta que no he posteado nada desde finales de Agosto, ja!. 
China fue algo que me causo conmocion, que me sacudio y me dio cosas que hacer, y nada de tiempo para escribir. O al menos no cosas tan relevantes. Fueron seis meses grandiosos. 
Ahora me encuentro en Dinamarca, viendo la nieve acumularse afuera de mi ventana por unas cuantas horas antes de desaparecer cuando el sol gris se hace presente. 

Y lo raro es que siento que no tengo mucho que decir. O si pero-- la verdad el ocio es mas poderoso. Empezare a desenterrar antiguas fotografias y de ahi elaborare, de ser posible.

Ay, odio que no pueda poner acentos en mi computadora, asi, directamente... ces't la vie.

Besos, estamos de regreso!

martes, agosto 26


Un año hace…

Esta semana cumplo un año de haber emprendido mi carrera de judío errante. El domingo, mientras me debatía en la criminal cruda, me di cuenta de eso. Y es cuando me siento que esa teoría de que entre más años tengas, más corto se te hace el periodo ese de girar alrededor del sol tiene mucho sentido, al menos en este momento de mi vida, donde volteo y veo un año lleno de amigos nuevos, momentos cruciales, borracheras, viajes, descubrimientos, crecimientos, pérdidas, llamadas, idiomas diferentes, camas desconocidas, largos viajes en tren y avión. Y no puedo creer que realmente haya pasado un año solamente. Siento que ha sido una vida –úsese términos en extremo melodramáticos y cursis- que no me sospechaba iba a gozar tanto.
Los cambios significan términos, shocks, fluir. Y es lo que he aprendido a hacer, aunque cueste mucho hacerlo. O al menos eso quiero pensar, ja, dejando a mis demonios regados por el mundo.

Ah. Tantas cosas que quiero decir pero todas se quieren venir de golpe que solo me deja con una maraña de ideas y siento que me hago nudos pensativos que me traban las palabras. Así que los dejo, desde mi rincón del mundo que tal vez no sea lo más nórdico que he estado, pero si lo más oriental, esperemos Lao Tse se apiade de mi pronto y me ayude a dejar fluir mis idea.

Besitos chinos!

martes, agosto 12


Cómo llegar a Beijing Lu?

Este fin de semana nos aventuramos por las calles amplias de Guangzhou. Todavía no termino de asimilar el ser una minoría, ja, pero eso hace las cosas mucho mas divertidas. Cientos de artículos, los olores diversos (y no siempre agradables), letreros que no entendemos y un idioma difícil de comprender, nos armamos de nuestras caras, gestos, brazos y sonidos. Y nos dejamos llevar. Es volver a conectarme a lo más básico de mis instintos humanos y tratar de hacer una conexión.

Impresionantemente entretenido.

Saludos, ando por estos lares…

miércoles, agosto 6


En el bosque de la china…


Hoy desperté y me regocijé de no haber tosido. Esta primera semana de este lado del charco me ha puesto unas cuantas revolcadas a mi sistema inmunológico, pero ya voy de salida, o al menos eso me digo. En fin, queridos lectores (que a estas alturas dudo que sean muchos dada mi larga ausencia por estos lares), les escribo desde mi cubículo en la oficina de mi empresa adoptiva por los siguientes seis meses. O cinco meses con tres semanas. En China. Ese país tan grande, donde se producen al menos un 60 o 70% de las cosas que traemos puestas o que usamos diariamente, donde me siento minoria y observada a donde quiera que voy, me doy cuenta de que disfruto mis pasos. Aun cuando salir del departamento signifique que no voy a dejar de sudar hasta que regrese al grandioso refugio de mi refrigeración, el caminar por estas nuevas calles mientras esquivo los autos que por más topes que siembren alrededor, no disminuyen la velocidad. Qué decir de ir al super, donde solo atinamos en adivinar por medio de fotografías y senias el cómo usar ciertas cosas. Y las paranoias de mi querido compañero me dan risa, esas diferencias de venir de un primer mundo y de uno no tan primero...

En fin, los dejo que mi vida de burguesa tiene un precio… todavía no encuentro la forma de articular lo que estoy observando por acá, así que seguiré dedicandome a hacer eso: observar y tomar notas. Ay después les pasaré lista (al cabo ya tengo Internet en casa, yay!)

Besitos chinos!

viernes, mayo 16

¿De dónde vienen los caracoles?


Aquel caracol, que va por el sol...


Y es una pregunta que me asaltó hace unas semanas cuando miraba absorta los fósiles de caracoles en el museo de historia natural. Torre torció los ojos, Iván no me hizo caso por estar viendo a los dinosaurios. Y yo me quedé con la duda. ¿Y dónde compran los caparazones?

Pero fue algo que dejé de lado, y me enfoqué en mis gastos, en mis electrónicos, en mi proyecto… y hoy, que ando en la histeria, de esos días en que simplemente piensas que no debiste haber salido del departamento, en que así tus compañeros de equipo no te hacen estresarte en vano, o que te avisen que tu boleto de avión no llega hasta cuando ya debes estar en cierto lugar, encontré mi fuente de cigarros extrema, de esa que siempre olvido que tengo pero al final aparece cuando necesaria, tomé uno, le susurré algo a Magda y salí. Con mi neurosis e impaciencia. Y entonces lo vi. Ahí, afuera del tercer piso de mi edifico, casi atrapado en una telaraña que aquí abundan. Contra la tormenta, contra las arañas, contra el vidrio. Y el asombro borró un poco mi histeria, y me hizo sacar mi cámara que todavía funciona, para tomarle foto. Desafortunadamente se escondió, pero ahí está. Según Wikipedia, los caracoles más grandes avanzan 1 mm cada minuto, o algo así. ¿Cuánto le tomó subir hasta acá? ¿Y a dónde va?

Y no sé si termina siendo una metáfora o analogía de mis días, pero creo que ahí voy como el caracol, poco a poco, tímida ante las miradas asombradas, jajajaja. Y no sé, esta sonrisa en mis labios, provocada por una babosa, durará un rato. Que cosas.

Ay, como extraño a mi hermanito. Empieza el countdown, ahora, para regresar a mi terruño. De locura.

P.D. ¿Qué pasa con las diferencias del idioma? Le cuento a Magda del snail en la ventana, pero ella piensa en una víbora (snake). Al igual que mis vecinas. Es mas creíble que una víbora cuelga de la ventana que un caracol?! Esta bien que Dinamarca es otra cosa, pero no selva señoritas!!